viernes, 29 de junio de 2012

"El apocalipsis" (texto)


"El apocalipsis"
Cuarta parte
“XI.19 Se abrió el templo de Dios, que está en el cielo, y dejose ver el arca del Testamento en su templo, y hubo relámpagos, y voces, y rayos, y un temblor, y granizo fuerte
XII.1 Apareció en el cielo una señal grande, una mujer envuelta en el sol, con la luna debajo de sus pies, y sobre la cabeza una corona de doce estrellas, 2 y, estando encinta, gritaba con los dolores de parto y las ansias de parir. 3 Apareció en el cielo otra señal y vi un gran dragón, de color de fuego, que tenía siete cabezas y diez cuernos, y sobre la cabeza siete coronas.4 Con su cola arrastró la tercera parte de los astros del cielo, y los arrojó a la tierra. Se paró el dragón delante de la mujer, que estaba a punto de parir, para tragarse a su hijo en cuanto le pariese. 5 Parió un varón, que ha de apacentar a todas las naciones con vara de hierro, pero el Hijo fue arrebatado a Dios y a su trono. 6 La Mujer huyó, al desierto, en donde tenía un lugar preparado por Dios para que allí la alimentasen durante mil doscientos sesenta días.
7 Hubo una batalla en el cielo: Miguel y sus ángeles peleaban con el Dragón, 8  y peleó el dragón y sus ángeles, y no pudieron triunfar ni fue hallado su lugar en el cielo. 9 Fue arrojado el dragón grande, la antigua serpiente, llamada Diablo y Satanás, que extravía a toda la redondez de la tierra, y fue precipitado en la tierra, y sus ángeles fueron con él precipitados. 10 Oí una gran voz en el cielo que decía: Ahora llega la salvación, el poder, el reino de nuestro Dios y la autoridad de su Cristo, porque fue precipitado el acusador de nuestros hermanos, el que los acusaba delante de nuestro Dios de día y de noche. 11 Pero ellos le han vencido por la sangre del Cordero, y por la palabra de su testimonio, y menospreciaron su vida hasta morir. 12 Por eso, regocijaos, cielos y todos lo que moráis en ellos. ¡Ay de la tierra y de la mar!, porque descendió el diablo a vosotras animado de gran furor por cuanto sabe que le queda poco tiempo.
13 Cuando el dragón se vio precipitado en la tierra, se dio a perseguir a la mujer que había parido al Hijo varón. 14 Pero fuéronle dadas a la mujer dos alas de águila grande, para que volase al desierto, a su lugar, donde es alimentada por un tiempo y dos tiempos y medio tiempo, lejos de la vista de la serpiente. 15 La serpiente arrojó de su boca, detrás de la mujer, como un río de agua para hacer que el río la arrastrase. 16 Pero la tierra vino en ayuda de la mujer, y abrió la tierra su boca, y se tragó el río que el dragón había arrojado de su boca. 17 Se enfureció el dragón contra la mujer, y fuese a hacer la guerra contra el resto de su descendencia, contra los que guardan los preceptos de Dios y tienen el testimonio de Jesús. 18 Se apostó sobre la playa del mar.” Sagrada Biblia Nácar- Colunga (Madrid 1975)

No hay comentarios:

Publicar un comentario