jueves, 5 de diciembre de 2013

La novela en el Renacimiento

LA NOVELA EN EL RENACIMIENTO 
La novela, obra narrativa en prosa de cierta extensión y complejidad, surge como género literario con el advenimiento de la burguesía. Las primeras en aparecer son las narraciones sentimentales que anticipan muchos de los rasgos de lo que modernamente se conoce como novela: personajes en conflicto con su entorno,análisis de la intimidad individual, cierta evolución psicológica de los personajes,protagonistas angustiados y desdichados, etc. El análisis de las relaciones amorosas es el centro de atención de estas obras. Lo significativo es que los personajes pretenden entablar y prolongar esas relaciones ateniéndose a los códigos del amor cortés, pero este se revela ya inadecuado para una época bien distinta de la que siglos atrás vio nacer dicho modelo de comportamiento amoroso. El final de los relatos, por ello, suele ser trágico. La obra cumbre de este género es “La Cárcel de Amor” de Diego de San Pedro. 
 También pertenecen a esta época los libros de caballerías que debieron leerse en los últimos siglos medievales. Aunque no se trataba de una literatura de origen hispánico, se hicieron traducciones y adaptaciones desde muy pronto. La primera muestra estrictamente peninsular es el libro del Caballero Zifar hacia el 1300. De finales del siglo XV es “Tirante el Blanco”. Pero el libro más famoso es “Amadís de Gaula” del que solo se conoce una versión, la del 1508 de Garcí Rodríguez de Monlalvo. Son libros de aventuras protagonizadas por caballeros cuya misión es restablecer el orden y proteger a los indefensos. Ello presupone la existencia de una sociedad en la que se tiene conciencia de que el desorden existe y de que en ellavi ven personas necesitadas de ayuda. La caballería, además, reafirma la necesidaddel estamento nobiliario en una época en que la función guerrera de la nobleza, con la aparición del soldado profesional, está puesta entredicho. Este hecho explica la adscripción del protagonista desde el principio de la obra a un linaje escogido, genealogía ilustre que quedará justificada por las acciones gloriosas del héroe, cuyos valores serán los típicos del caballero feudal: valor, honor, lealtad, religiosidad. Sin embargo, estos valores, así como el héroe que los representa y la imagen del mundo que se transmite en las obras, son ya muy diferentes de los de la épica: están idealizados y sujetos a unas convenciones formales muy estrictas, como corresponde a los nuevos gustos de la nobleza, que ya no es feudal y guerrera sino aristocrática, cortesana, refinada. Literariamente, los personajes son meros tipos, casi sin evolución ni desarrollo psicológico; el amor es el tema central de las obras y el que determina el comportamiento de los personajes, divididos en buenos y malos. La acción se ubica en tiempos remotos y los escenarios son imaginarios y a menudo maravillosos. Por estos medios se posibilita el ambiente irreal en el que se desarrollan las acciones. La trama es sumamente esquemática y con un único conector, que es el protagonista, que se mantiene en una ideal eterna juventud. A este tipo de trama se le denomina en forma de sarta. La novela suele terminar prometiendo futuras continuaciones, lo que posibilitó muchas continuaciones. En el siglo XVI aparece la novela pastoril que presenta utópicamente la vida primitiva rústica en una naturaleza idealizada en donde se desarrollan historias de amor entre pastores. Expresa una actitud escapista ante una sociedad conflictiva que hace añorar los tiempos de una soñada Edad de Oro. Los personajes, en realidad, son nobles que cansados de los conflictos se apartan para vivir una vida retirada, serena y contemplativa en medio de la naturaleza.Las novelas Proyectan los tópicos neoplatónicos: la perfección de la amada y de la naturaleza , así como el amor eterno y no correspondido. La obra pastoril más destacada es: “Los siete libros de la Diana” (1559) de Jorge de Montemayor. Continuadora suya será la “Diana Enamorada” (1564) de Gaspar Gil Polo entre otras.