domingo, 10 de junio de 2012

Biblia de Salamanca. Génesis 1,2,3


Génesis
1. 1Al principio creó Dios los cielos y la tierra.2 La tierra estaba confusa y vacía, y las tinieblas cubrían la haz del abismo, pero es espíritu de Dios se cernía sobre la superficie de las aguas. 3 Dijo Dios: “Haya luz”, y hubo luz 4 Y vio Dios ser buena la luz y la separó de las tinieblas; 5 y a la luz llamó día y a las tinieblas noche, y hubo tarde y mañana, día primero. 6 Dijo luego Dios: “Haya firmamento en medio de las aguas, que separe unas de otras”; y así fue. 7 E hizo Dios el firmamento de las aguas, las aguas que estaban debajo del firmamento de las que estaban sobre el firmamento. Y vio Dios ser bueno. 8 Llamó Dios al firmamento cielo, y hubo tarde y mañana, día segundo. 9 Dijo luego: “Júntense en un lugar las aguas de debajo de los cielos y aparezca lo seco”. Así se hizo, 10 y se juntaron las aguas de debajo de los cielos en sus lugares y apareció lo seco; y a lo seco llamó Dios tierra, y a la reunión de las aguas, mares. Y vio Dios ser bueno. 11 Dijo luego: “Haga brotar la tierra hierba verde, hierba con semilla y árboles frutales y con su simiente, cada uno con su fruto  según su especie y con su simiente, sobre la tierra” Y así fue.12 Y produjo la tierra hierba verde, hierba con semilla y árboles frutales con su semilla cada uno. Vio Dios ser bueno; 13 y hubo tarde y mañana, día tercero. 14 Dijo luego Dios: “Haya en el firmamento de los cielos lumbreras para separar el día de la noche y servir de señales a estaciones, días y años; 15 y luzcan en el firmamento de los cielos, para alumbrar la tierra”. Y así fue. 16 Hizo Dios los dos grandes luminares, el mayor para presidir el día, y el menor para presidir la noche, y las estrellas, 17 y los puso en el firmamento de los cielos para alumbrar la tierra, 18 y presidir el día y la noche, y separar la luz de las tinieblas. Y vio Dios ser bueno, 19 y hubo tarde y mañana, día cuarto. 20 Dijo luego Dios: “Hiervan de animales las aguas y vuelen sobre la tierra las aves bajo el firmamento de los cielos” Y así fue. 21Y creó Dios los grandes monstruos del agua y todos los animales que bullen en ella, según su especie, y todas las aves aladas, según su especie. Y dio Dios ser bueno, 22 y los bendijo diciendo: “Procread y multiplicaos, y henchid las aguas del mar, y multiplíquense sobre la tierra las aves”. 23 Y hubo tarde y mañana, día quinto. 24 Dijo luego Dios: “Brote la tierra seres animados según su especie, ganados, reptiles, bestias de la tierra según su especie”. Y así fue. 25 Hizo Dios todas las bestias de la tierra según su especie, los ganados según su especie y todos los reptiles de la tierra según su especie, los ganados según su especie y todos los reptiles de la tierra según su especie. Y vio Dios ser bueno. 26 Díjose entonces Dios: “Hagamos al hombre a nuestra imagen y semejanza, para que domine sobre los peces del mar sobre las aves del cielo, sobre los ganados y sobre las bestias de la tierra, y sobre cuantos animales se mueven sobre ella” 27 Y creó Dios al hombre a imagen suya, a imagen de Dios le creó, y los creó macho y hembra; 28 y los bendijo Dios, diciéndoles: “Procread y multiplicaos, y henchid la tierra; sometedla y dominad sobre los peces del mar, sobre las aves del cielo y sobre los ganados, y sobre todo cuanto vive y se mueve sobre la tierra” 29 Dijo también Dios: “Ahí os doy cuantas hierbas de semilla hay sobre la haz de la tierra, y cuantos árboles producen fruto de simiente, para que todos os sirvan de alimento. 30 También a todos los animales de la tierra, y a todas las aves del cielo, y a todos los vivientes que sobre la tierra están y se mueven, y a todos los vivientes que sobre la tierra están y se mueven, les doy por comida cuanto de verde hierba la tierra produce” Y así fue. 31 Y vio Dios ser muy bueno cuanto había hecho, y hubo tarde y mañana, día sexto.
2.1 Así fueron acabados los cielos, y la tierra, y todo su cortejo. 2 Y rematada en el día sexto toda la obra    que había hecho, descansó Dios el día séptimo de cuanto hiciera; 3 y bendijo el día séptimo y lo santificó, porque en él descansó Dios de cuanto había creado y hecho. 4 Este es el origen de los cielos y la tierra cuando fueron creados. 4b Al tiempo de hacer Yahvé Elohim los cielos y la tierra, 5 no había aún arbusto alguno en el campo, ni germinaba la tierra hierbas, por no haber todavía llovido Yahvé Elohim sobre la tierra ni haber todavía hombre que la labrase, 6 y sacase agua de la tierra para regar la superficie del suelo. 7 Formó Yahvé Elohim al hombre del polvo de la tierra y le inspiró en el rostro aliento de vida, y fue así el hombre ser animado. 8 Plantó luego Yahvé Elohim un jardín en Edén, al oriente, y allí puso al hombre a quien formara.  9 Hizo Yahvé Elohim brotar en él de la tierra toda clase de árboles hermosos a la vista y sabrosos al paladar, y en el medio del jardín el árbol de la vida y el árbol de la ciencia del bien y del mal. 10 Salía de Edén un río que regaba el jardín y de allí se partía en cuatro brazos. 11 El primero se llamaba Pisón, y es el que rodea toda la tierra de Evila, donde abunda el oro, 12 un oro muy fino, y a más también bedelio y ágata; 13 y el segundo se llama Guijón, y es el que rodea toda la tierra de Cus; 14 el tercero se llama Tigris y corre al oriente de Asiria; el cuarto es el Eufrates. 15 Tomó, pues, Yahvé Elohim al hombre y le puso en el jardín de Edén para que lo cultivase y guardase, 16 y le dio este mandado: “De todos los árboles del paraíso puedes comer, 17 pero del árbol de la ciencia del bien y del mal no comas, porque el día que de él comieres, ciertamente morirás” 18 Y se dijo Yahvé Elohim : No es bueno que el hombre esté solo; voy a hacerle una ayuda semejante a él” 19 Y Yahvé Elohim trajo ante Adán todos cuantos animales del campo y cuantas aves del cielo formó de la tierra, para que viese cómo los llamaría, y fuese el nombre de todos los vivientes el que él les diera. 20 Y dio Adán nombre a todos los ganados, y a todas las aves del cielo, y a todas las bestias del campo; pero entre todos ellos no había para Adán ayuda semejante a él 21 Hizo, pues, Yahvé Elohim caer sobre Adán un profundo sopor, y, dormido, tomó una de sus costillas, cerrando en su lugar la carne 22 y de la costilla que de Adán tomara, formó Yahvé Dios a la mujer y se la presentó a Adán. 23 Adán exclamó: “Esto sí que es ya hueso de mis huesos y carne de mi carne”. Esto se llamará varona, porque del varón ha sido tomada. 24 Dejará el hombre a su padre y a su madre y se adherirá a su mujer y vendrán a ser los dos una sola carne. ” 25 Estaban ambos desnudos, Adán y su mujer, sin avergonzarse de ello.

3 1 “Pero la serpiente, la más astuta de cuantas bestias del campo hiciera Yahvéh Elohim, dijo a la mujer: “¿Conque os ha mandado Elohim que no comáis de los árboles todos del paraíso?” 2 Y respondió la mujer a la serpiente: “Del fruto de los árboles del paraíso comemos 3 pero del fruto del que está en medio del paraíso nos ha dicho Dios: “No comáis de él, ni lo toquéis siquiera, no vayáis a morir”.4 Y dijo la serpiente a la mujer: “No, no moriréis; 5 es que sabe Elohim que el día que de él comáis se os abrirán los ojos y seréis como Elohim conocedores del bien y del mal”. 6 Vio, pues, la mujer que el árbol era bueno para comerse, hermoso a la vista y deseable para alcanzar por él la sabiduría, y tomó de su fruto y comió, y dio también de él a su marido, que también con ella comió. 7Abriéronse los ojos de ambos, y viendo que estaban desnudos, cosieron unas hojas de higuera y se hicieron unos ceñidores. 8 Oyeron a Yahvéh Elohim que se paseaba por el jardín al fresco del día, y se escondieron de Yahvéh Dios el hombre y su mujer, en medio de la arboleda del jardín. 9 Pero llamó Yahvéh Dios al hombre diciendo: “¿Dónde estás?” 10Y éste contestó: “Te he oído en el jardín, y temeroso porque estaba desnudo me escondí”. 11 “¿Y quién, le dijo, te ha hecho saber que estabas desnudo? ¿Es que has comido del árbol de que te prohibí comer?” 12 Y dijo el hombre: “La mujer que me diste por compañera me dio de él y comí”. 13 Dijo, pues, Yahvéh Elohim a la mujer: “¿Por qué has hecho eso?” Y contestó la mujer: “La serpiente me engañó y comí”. 14 Dijo luego Yahvéh Dios a la serpiente: “Por haber hecho esto, maldita serás entre todos los ganados y entre todas las bestias del campo. Te arrastrarás sobre tu pecho y comerás el polvo todo el tiempo de tu vida 15 Pongo perpetua enemistad entre ti y la mujer. Y entre tu linaje y el suyo;  este te aplastará la cabeza, y tú le acecharás el calcañal”. 16 A la mujer le dijo: “Multiplicaré los trabajos de tus preñeces. Parirás con dolor los hijos Y buscarás con ardor a tu marido, que te dominará”.  17 Al hombre le dijo: “Por haber escuchado a tu mujer, comiendo del árbol que te prohibí comer, diciéndote no comas de él: por ti será maldita la tierra; con trabajo comerás todo el tiempo de tu vida; 18 Te dará espinas y abrojos y comerás de las hierbas del campo. 19 Con el sudor de tu rostro comerás el pan hasta que vuelvas a la tierra, pues de ella has sido tomado; ya que polvo eres, y al polvo volverás”.
20 El hombre llamó Eva a su mujer, por ser la madre de todos los vivientes. 21 Hízoles Yahvéh Dios al hombre y a su mujer túnicas de pieles, y los vistió. 22 Díjose Yahvéh Dios: “He ahí al hombre hecho como uno de nosotros, conocedor del bien y del mal; que no vaya ahora su mano al árbol de la vida, y comiendo de él, viva para siempre”. 23 Y le arrojó Yahvéh Dios del jardín de Edén, a labrar la tierra de que había sido tomado. 24 Expulsó al hombre y puso delante del jardín de Edén un querubín, que blandía flameante espada para guardar el camino del árbol de la vida.”

Sagrada Biblia. Nácar-Colunga. Biblioteca de autores cristianos.
Profesores de Salamanca

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