NUEVO
TESTAMENTO.
Es el que se produce con la llegada de Jesús, que con su
muerte sella una nueva alianza entre Dios y la humanidad. La alianza se
universaliza, hecho éste que se explicita a través de su crucifixión en el
Monte Calvario y su posterior resurrección. La presencia de Jesús y su doctrina
quiebra en dos la historia religiosa del mundo occidental sobre todo, aunque
también el oriental. Y esto se produce porque se debate en torno a que el mismo
sea el mesías. Para el mundo hebreo de la época :
1.
Jesús es auténticamente el mesías anunciado por
los profetas, que ha venido a salvar a los hombres, pero no en esta vida.
La salvación vendrá después de la
muerte. Así ya lo había presentado Isaías, un ser despreciado y perseguido que
se ofrenda en sacrificio de la redención del mundo.
2.
Para otros es un embaucador, especialmente para
la aristocracia intelectual y para la casta sacerdotal palestínica, en razón
que el judaísmo tradicional siempre vio un mesías terrenal y triunfante, que
liberaría a Israel del poder enemigo y le devolvería al pueblo la grandeza de
la época de los reyes.
Para quienes creen que Jesús es el mesías
el Nuevo Testamento es literatura inspirada, revelada por Dios. Esto es así
para católicos, protestantes y ortodoxos. En cambio no es considerado de este
modo para los judíos.
Canon del Nuevo
Testamento.
El Cristianismo
es una religión catequista, es decir predicada a los hombres para su conversión
a la nueva fe. Los apóstoles debieron continuar la misión emprendida por Jesús.
El
primer material del Evangelio es la vida y prédica de aquel. Este término-
Evangelio- proviene del griego euaggelos, eu significa bueno/a
y aggelos noticia, mensaje. En la época de Homero era la propina
que recibía el mensajero de buenas noticias. Posteriormente designó el mensaje.
Con esta acepción fue usada para la traducción de las escrituras al griego.
En
el Antiguo Testamento designa la noticia de que está cerca el reino de los
cielos y que pronto llegará ese mensajero de los desgraciados.
En
el Nuevo Testamento se afirma que este mensajero es Jesús, él es el mesías.
Luego
de su muerte, los apóstoles quedaron como depositarios del mensaje y de la
misión catequizadora. De todos se indica a Pedro como quien tomó la iniciativa
en esta materia, para lo cual contaba con su memoria de los hechos y las
palabras. Comienza así la etapa de la transmisión oral del Evangelio, iniciada
en Jerusalén, continuada en Antioquia y llevada finalmente a Roma. Pero en cada
lugar debió adaptar su prédica al pueblo que lo escuchaba. De esta transmisión
oral proceden las versiones canónicas que constituyen la etapa del evangelio
escrito.
Podemos
distinguir:
v El Evangelio histórico, esto es, la buena
nueva hecha realidad en el mesías.
v El Evangelio oral, predicado por los
apóstoles, adaptado a los diferentes pueblos con misión catequística...
v El Evangelio escrito.
Cuando la
prédica oral se fijó por escrito, se la denominó EL EVANGELIO en singular,
porque transmiten UNA buena nueva, aunque en diferentes versiones, por esto se
dice: “según San...”. Cada uno de los autores da su versión personal de la vida
y prédica de Jesús.
Hay
cuatro versiones canonizadas, pues se entendió que eran reveladas. No había
duda de ninguna naturaleza acerca de los autores, su contemporaneidad y
vinculación directa con Jesús o con algunos de sus discípulos. Cada versión
está dirigida a un mundo diferente y su autor de acuerdo a sus características
personales se propuso una meta distinta.
I-
El Evangelio según San Mateo.
Fue uno de los
apóstoles elegidos por Jesús y estuvo presente en todo su ministerio. Sus
destinatarios fueron los judíos de Palestina, entre quienes había predicado
primero oralmente. Se dirigía tanto a los conversos como a los incrédulos.
Ve en el
mensaje de Jesús, no una ruptura con el mensaje tradicional sino una
continuación y confirmación. Enfatiza la idea de la perfección del mismo que se
puede observar en el Sermón del Monte: “Yo no he venido a abrogar la ley sino a
hacerla cumplir.” Mateo 17.
La primera
versión del Evangelio según San Mateo fue escrita en arameo, pero no se
conserva.
II-
El
Evangelio según San Marcos.
Su nombre, de
acuerdo con el testimonio de Lucas, era Juan (Hechos 12,12).
Probablemente
era un joven romano que estuvo en contacto con Jesús en su juventud, con Pedro
y Pablo entre otros. La tradición dice que fue secretario del segundo, que lo
envió a fundar la iglesia en Alejandría.
Su versión
dependería de la prédica de Pedro y está dirigida a los romanos concretamente y
genéricamente a los pueblos paganos.
Su finalidad es
probar que Jesús es hijo de Dios, por eso insiste en los milagros, y en este
caso, a pesar de su brevedad, es el que contiene mayor número de ellos, pues
estos son argumentos al alcance del mundo pagano. No obstante, también se
percibe la preocupación por exaltar la
figura humana de Jesús, deteniéndose en diferentes aspectos de la vida
cotidiana.
III-
El Evangelio según San Lucas.
De los cuatro
evangelistas es el único de cultura helénica. Nació en Antioquía, medico de
profesión, discípulo de los apóstoles, después siguió a Pablo. A éste lo
acompañó en su última prisión antes de su martirio.
No fue testigo
directo de los hechos de Jesús. Se basa
en el Evangelio oral, respetuoso
de sus fuentes y siguiendo un criterio cronológico.
Su versión está
dirigida a los gentiles, especialmente a los griegos, pero ya convertidos. Para
probar que Jesús es el mesías recurre a la genealogía (procedimiento utilizado
también en San Mateo), pero como su aspiración es universal indica como
comienzo a Adán.
Un perfil
acentuado en este Evangelio es el de Jesús como el Salvador (Soter), de allí es
que se dice que el mismo tiene carácter soteriológico. Además insiste en la
virtud de la misericordia, como aspecto esencial a la nueva doctrina,
exaltando el amor por los pobres y por
todos aquellos que eran despreciados por los hebreos, como publicanos y
samaritanos. Del mismo modo se condena con firmeza a quienes tienen el corazón
endurecido, a los fariseos, hipócritas etc. Podemos concluir, por lo tanto, que
es el evangelista que insiste más en el aspecto social de la doctrina.
IV-
El Evangelio según San Juan.
Se lo considera
el último de los textos evangélicos, y además tiene una apariencia diferente.
La redacción se
vincula a las primeras herejías dentro del cristianismo, que ya habían sido percibidas
por Pablo, su maestro. El papel de Juan fue por un lado, hacerse cargo de la
iglesia de Efeso a la muerte del apóstol, por otro, encauzar, a través del texto, la recién nacida doctrina
cristiana.
Su versión está
enfocada a la gente culta, impregnada de filosofía helénica, a la que se dirige en su propia lengua,
pretendiendo probar el carácter mesiánico de Jesús y su primacía sobre Juan el
Bautista, a quien se indicaba en aquella época como el verdadero mesías.
Lo más
destacable de él es su fuerte contenido doctrinal.
Las primeras
tres versiones son sinópticas, esto es, que se aprecian a simple vista sus
similitudes y diferencias. Juan, entre tanto, no lo es. Aquellos tres se
habrían basado en una fuente perdida a la que se ha designado Q, inicial que en alemán tiene la palabra fuente.
Se ha dicho que
crean un género al que han denominado biográfico- apologético, pues
narran parcialmente la vida de Jesús, destacando la prédica, pasión, muerte y
resurrección de éste con la finalidad de exaltarlo como el mesías.
Son textos:
v Didácticos, pues difunden
las enseñanzas de Jesús.
v Dogmáticos, debido a que
establecen las verdades esenciales (origen divino de Jesús, unidad con el
padre, la inmortalidad del alma etc.).
v Catequísticos. Son textos que
tienen la finalidad de promover la conversión.
V- Libro
de los Hechos de los Apóstoles.
Aparece a
primera vista como un libro histórico, aunque contiene aspectos doctrinales.
Su autor,
Lucas, cuenta las persecuciones de que fueron objeto los apóstoles, como lo
había previsto Jesús. También contiene las revelaciones de éste durante
cuarenta días después de su muerte.
VI- Epístolas.
Son las cartas
dirigidas por los apóstoles a las primeras comunidades cristianas.
Hay dos grupos:
a) particulares, es decir, dirigidas a una iglesia determinada, y b)
universales, dirigidas a todos los fieles.
El primer
núcleo comprende especialmente las epístolas de Pablo; el segundo, las de
Santiago, Pedro, Juan y Judas Tadeo.
VII- Apocalipsis
(revelación).
No fue
determinado por la exigencia de la catequesis, sino que es el resultado de una
experiencia personal y sobrenatural del apóstol.
Este libro, que
tiene como idea central la victoria de Cristo, cuando éste arribe por segunda
vez, recoge las tradiciones con respecto al último día de la humanidad. La
utilización de símbolos hace a este texto oscuro, por lo menos a la primera
lectura.
No hay comentarios:
Publicar un comentario